Una cosa lleva a la otra. Un hombre que tiene una debilidad es imperfecto.
Ese defecto le hace sentir culpable; la culpabilidad le hace sentir vergüenza.
Compensa la vergüenza con orgullo y vanidad.
Y cuando el orgullo falla, la desesperación asume el control y todo le lleva a su destrucción.
¿Cuál será su destino?...
Algo tiene que detener la corriente...
(Buscando eslabones... La espiral descendente es en esencia una reacción en cadena. Todo son reacciones.)
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