31.12.15

Me llamo 2016!

A falta de uvas vamos a darnos 12 besos..!
Hoy es el último día del año, no olvides cerrar ciclos, colocar puntos finales.
Estás a punto de vivir un montón de nuevas historias, no las arruines llevando al futuro un pasado que ya no existe.
Sólo procuren que lo que no sirvió en 2015, que no venga a joder en 2016.

30.12.15

Pues por ti y por tu sonrisa. Que nadie te la quite. ¡Salud! Feliz 2016.

A un centímetro ya estás demasiado lejos.

28.12.15

La vida también está hecha de bonitas coincidencias, abrazos largos que se hacen cortos y unos sueños que los sopla el azar.

27.12.15

Lo que no te atreves a vivir...dalo por muerto.

24.12.15

*
RIE
BESA
BAILA
MEDITA
PERDONA
PERDÓNATE
PIDE AYUDA
DELEGA TAREAS
PERMÍTETE BRILLAS
ROMPE CON UN HÁBITO
COMUNICA LO QUE SIENTES
REALIZA UN PROYECTO DESEADO
AYUDA A ALGUIEN. PINTA UN CUADRO
AGRADECE TODOS LOS DÍAS LO QUE TIENES
La vida también está hecha de bonitas coincidencias, abrazos largos que se hacen cortos y unos sueños que los sopla el azar.

22.12.15

Veo tu vida tan tranquila que quisiera llegar a inquietártela toda.
Quiero hacerte el amor. Uno nuevo. Uno que no conocés. Uno que no se rompe. No se cansa. Que es para siempre. Para ti. Y para nadie más.
Solo días y días y días...

21.12.15

Buenas noches,
Gratos sueños.

Para todo mal, mezcal;
Para todo bien, también,
Y si no hay remedio, con litro y medio...

19.12.15

Mi plan para hoy incluye un poco de ti, otro poco de mí, revolverlo lento hasta que tome ritmo y dejarlo explotar al gusto.
Te ofrezco la amargura de un ser que ha mirado mucho y mucho tiempo en la luna solitaria.

16.12.15

Lista de cosas que me han salido bien: 
1.
2.
3.
4.
5.
6.

13.12.15

Todo radica en la diferencia de alguien que te habla en su tiempo libre y alguien que crea tiempo libre para hablar contigo.
Alguna vez en algún segundo fuimos todos los tiempos a la vez.

8.12.15

Qué mal cuando algo hace que el baúl de las inseguridades se abra...

3.12.15

10 cosas que te conviene dejar atrás.

1. Tratar de caerle bien al mundo.
2. El temor a equivocarte.
3. El temor a los cambios.
4. La culpa o la vergüenza que te ata al pasado.
5. Todo aquello que pesa y te impide avanzar.
6. Las historias tristes del pasado.
7. Pensar en exceso. (confía y déjate llevar por tu intuición).
8. Lo que pudo haber sido, pero finalmente no fue.
9. El deseo de ajustar cuentas con los demás.
10. La tendencia a posponer responsabilidades.

Dragón
El dragón (del latín draco, y este del griego δράκων , drákon, ‘serpiente’) es un ser mitológico que aparece de diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.

Hay dos tradiciones principales sobre dragones: los dragones europeos, derivados de las tradiciones populares europeas y de la mitología de Grecia y Oriente Próximo, y los dragones orientales, de origen chino, pero conocidos también en Japón, Corea y otros países asiáticos. Las dos tradiciones surgieron probablemente de forma independiente, pero en su desarrollo se han influido mutuamente.

La palabra aparece también en la tradición cristiana: el Apocalipsis se refiere a Satanás como el gran dragón, la serpiente antigua.

Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones, particularmente si se compara la idea de dragón que existe en el lejano Oriente con la predominante en Occidente. Los dragones chinos (o long), los japoneses (o ryū) y los coreanos son vistos generalmente como seres benévolos, mientras que los europeos son en su mayoría malévolos.

Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa: entre otras culturas, esta interpretación se mantiene también en la mitología persa. El tema es complejo y ha variado a lo largo de la historia. Como ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.

Oriente
Oriente cercano
En Oriente Próximo, la figura del dragón, simbolizaba el mal y la ruina. En Enuma Elish, una epopeya escrita alrededor del 2000 a. C., la diosa Tiamat era un dragón que simbolizaba los océanos y comandaba las hordas del mal, cuya destrucción previa era necesaria para crear un nuevo universo ordenado.

También en la Biblia hebrea el dragón representa el mal. En la mitología persa destaca el caso de Azi Dahaka, un dragón malévolo. En Rumanía, se habla del dragón geta-dacio, que tenía cabeza de lobo y cola de serpiente. Esta imagen era empleada en la guerra ya que en la bandera de Dacia aparece un dragón.

Lejano Oriente
Véanse también: Dragón chino y Dragón japonés.

Estampa japonesa de un dragón.

Dragón Vietnamita en Hoi An, Quang Nam.
En muchas culturas orientales los dragones eran, y en algunos cultos son todavía, reverenciados como representantes de las fuerzas primitivas de la naturaleza y el universo.

En Oriente, el dragón siempre se ha considerado una criatura benéfica y un símbolo de buena fortuna.

A diferencia de sus congéneres occidentales, los dragones orientales no escupen fuego ni tienen alas, aunque normalmente pueden volar gracias a la magia. Un dragón típico de Oriente tiene cuernos de ciervo, cabeza de caballo, cuello de serpiente, garras de águilas, orejas de toro y bigotes largos como los de los gatos. En las leyendas chinas hay dragones que vigilan los cielos, dragones que traen la lluvia, y dragones que controlan los ríos y arroyos. En Japón, donde se los tiene por seres sabios, amables y siempre dispuestos a ayudar, los dragones han sido, durante siglos, el emblema oficial de la familia imperial.

Los dragones chinos y japoneses simbolizan el poder espiritual supremo, el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza, y por lo tanto son benévolos. El dragón es la insignia más antigua del arte de estos países.[cita requerida] Proporcionan salud y buena suerte y viven en el agua. Según las antiguas creencias chinas, traen la lluvia para la recolección. Es por eso que el dragón se convirtió en el símbolo imperial de ese país.[cita requerida]

En el Himalaya representan la buena suerte.

Corea, como se dijo antes, también tiene sus dragones, de similar carácter positivo.

Europa

La leyenda de San Jorge y el dragón
Las tribus nórdicas de Europa asociaban su folclore con varios aspectos terroríficos del dragón.[cita requerida]

La mitología germana incluye al dragón (Nidhug o Níðhöggr) entre las fuerzas del inframundo. Se alimenta de las raíces de Yggdrasil, el fresno sagrado que extiende sus raíces a través de todos los mundos. Los antiguos escandinavos (los vikingos), adornaban las proas de sus barcos esculpiéndolas en forma de dragón. Usaban esta decoración en la creencia de que así asustarían a los espíritus (Landvaettir) que vigilaban las costas a las que llegaban. También los dragones aparecen en poemas germanos: en Beowulf, un poema épico anglosajón, el más antiguo que se conserva. Un hombre llamado Beowulf, que había librado a su pueblo de un monstruo mitad hombre y mitad diablo, luego, ya convertido en el rey, lucha contra un dragón, disputa en la que ambos mueren. En el Cantar de los Nibelungos, un poema épico medieval anónimo, Sigfrido mata a un dragón, llamado Fafnir, y al ungirse con su sangre se hace inmune a todo mal.

Para los celtas, el dragón era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser controlada y utilizada por los magos.[cita requerida] Entre los conquistadores celtas de Britania fue símbolo de soberanía, y durante la ocupación romana de la isla adornó los estandartes de guerra, convirtiéndose en un símbolo heráldico y luego militar.

En la mitología griega, existen varios dragones que fueron usados por los dioses, o eran temidos por ellos mismos. Existen en el mito antiguo el dragón Ladon, de cien cabezas que custodiaba el jardín de las Hespérides, además de Tifón, Lamia, el dragón de Delfos o Pitón, Amphisbaena (dragón de dos cabezas que nació de la sangre de Medusa cuando cayó una gota en el desierto de Libia), basilisco y la famosa Hydra de Lerna.

Entre los romanos, como se dijo más arriba, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.[cita requerida]

Para la mitología eslava, el dragón era una de las formas que adoptaba el dios Veles, señor del Mundo Subterráneo, adversario de Perún, dios del trueno.

Los cristianos heredaron la idea hebrea del dragón, que aparece en el Apocalipsis, del apóstol Juan, y en otras tradiciones posteriores. En el arte cristiano del Medievo simboliza el pecado y al aparecer bajo los pies de los santos y mártires representa el triunfo de la fe y los reinos cristianos sobre el diablo. La leyenda de San Jorge y el dragón, ilustrada en la figura de la derecha, muestra claramente este significado.

En el simbolismo medieval la idea de lucha contra dragones sirvió para fortalecer la motivación de los reinos cristianos.[cita requerida] Se presentaban a menudo también como representaciones de la apostasía, la herejía y la traición, pero también de cólera y envidia, y presagiaban grandes calamidades. Varias veces significaban la decadencia y la opresión, aunque sirvieron también como símbolos para la independencia, el liderazgo y la fuerza.

Los colores a menudo determinaron el simbolismo que un dragón tenía. En la pauta del viaje del héroe, los dragones representaron el obstáculo o el temor, y el paso necesario para volver al hogar, y como muchos dragones se presentan también como la encarnación de la sabiduría, en esas tradiciones matar a uno de ellos no sólo daba acceso a sus riquezas sino también significaba que el caballero había vencido a la más astuta de las criaturas. Otra faceta del dragón en la mitología clásica de la época caballeresca es el dragón como guardián que custodia o secuestra princesas en sus castillos.

En el occidente de la actualidad es casi siempre concebido como una criatura malvada, poderosa y cruel, estereotipo extraído tanto de las antiguas leyendas como de las más modernas películas.

Norteamérica
La mayoría de los autores llaman serpientes a los dragones mesoamericanos, pero ya que etimológicamente la palabra dragón significa serpiente emplumada entonces tomaremos el término cóatl como dragón en el caso de los seres mitológicos mencionados a continuación en lugar del significado literal "serpiente" para diferenciarlos de las serpientes y víboras, las que tienen sus propios significados.

Sudamérica
En torno a Los Andes se creía en el poder que ejercían las "serpientes del abismo marítimo y de la montaña esplendorosa". Estas eran criaturas de grandes proporciones que también son considerados dragones. Así por ejemplo, las que se veneraban en los Andes centrales difieren de aquéllas de los extremos del Imperio Inca (Ejemplo: pueblos nativos de Perú o Bolivia).

Las bestias de la mayor parte de Sudamérica estaban ampliamente relacionadas con enormes serpientes que se remontaban con los orígenes de la humanidad, coincidiendo con otras regiones del planeta. Pero, a diferencia del viejo mundo, estos dragones no presentan unicidad ni en sus características predominantes ni en sus actitudes, aún siendo de aspectos semejantes. De hecho, tales dragones mantenían una historia de conflictos entre sí que se remonta al primitivo pasado de las culturas americanas. La leyenda de TrenTren y Cai Cai Vilu refleja esto, al enfrentarse ambas serpientes (Mar y Tierra) por el futuro del pueblo Mapuche.

Los Muiscas, pueblo indígena de Colombia, creían en Chiminigagua, dios creador en forma de serpiente de fuego bajo la sagrada laguna de Iguaque, que creó a los padres de la humanidad, Bachue y su joven acompañante. Ellos vivieron y tuvieron hijos, que después de un tiempo los dejarían hasta convertirse en dos serpientes acuáticas para vigilar a su pueblo, dentro de la laguna de Iguaque. Tiempo después el primer Zaque de la sabana de Bogotá, Hijo de Sue o el sol (o de Chia, la Luna o deidad maligna) era un hombre en forma de dragón de color verde.

Tiamat

Tiamat es una diosa/monstruo primitivo perteneciente a la mitología babilónica y destacable en el poema épico Enûma Elish. Ti significa vida y ama, madre.1

Tiamat sería el principio femenino, el mar, representación de las potencialidades del caos prístino. Monstruo hembra, maléfico en las leyendas babilónicas, el agua salada que en unión con Apsu (Sol) dieron nacimiento a otros dioses, empezando con Lahmu (Marte) y Lahamu (Venus), pero al poco tiempo de crearlos, estos los molestaron con su ruido, el dios de la magia, Ea, logró someter a Apsu, dejándolo en un largo sopor (por eso es que el agua dulce está quieta) pero no pudo hacer nada contra Tiamat quien muy enfurecida con la muerte de su esposo creó una legión de demonios liderados por Kingu, que era su amante y uno de sus hijos.

Los dioses decidieron darle todos sus poderes a Marduk (Nibiru), este venció a Kingu (Luna), quien se quedó paralizado de miedo al verlo llegar, y luego a Tiamat, a la que hizo dejar la boca abierta con un vendaval y lanzó una flecha dentro del estómago. Después de esto, de la sangre de Kingu (Luna) nacieron los humanos y a partir del cuerpo de Tiamat, que Marduk (Nibiru) encadenó en los pozos del abismo y partió por la mitad, se creó, de su mitad superior el cielo y de su mitad inferior la tierra firme. Sus lágrimas se convirtieron en las nacientes del Tigris y el Éufrates.

Esta leyenda es paralela con las de Vritrá en la mitología hindú, Cipactli de la religión Azteca y Tifón en la mitología griega.